martes, 23 de junio de 2015

El permanente llamado a las “definiciones”


Por JS
Unos dicen que aquí otros dicen que
allá y yo sólo quiero decir
sólo quiero cantar y no importa que luego me
suspendan la función

Silvio Rodríguez

A Debo partirme en dos tendremos que dedicarle más de un espacio. Por un lado, la recurrencia a las definiciones ha sido un martilleo constante desde hace más de cincuenta años; por el otro, cuando se presenta esa clave dialéctica de “la contradicción como fuente del desarrollo” se hace sin observar la verdadera riqueza de los antagonismos, que radica en todo el espectro que existe entre los “supuestos” polos.

El asunto de las definiciones resulta cada vez más complejo. Ahora mismo, en Cuba, la cuenta de posibles “particiones” alcanza dos, tres, cuatro y más opciones. Sin embargo, llama la atención que la contradicción más evidente se presenta entre dos formas de “conservadurismo”.

La primera está asociada a quienes han convertido “la oposición” en su actividad económica. En medio de las privaciones con que asumen muchos cubanos su cotidianidad y los esfuerzos por construir nuevas maneras de sostenibilidad económica individual o familiar, estructurar una crítica al “poder político” como vía para lograr un empoderamiento económico, un status social superior al de la mayoría de la gente, constituye un acto hipócrita que condena a este conservadurismo al fracaso en la búsqueda de una base social desde la identidad ideológica o política; aunque creo que, en el fondo, eso no sería una alternativa, pues llevaría implícito “repartir” (o dividir) las ganancias.

La otra forma tiene que ver con la burocracia existente. No se trata de la fácil caricatura del hombre sentado al buró, cubierto de papeles; sino de un grupo de personas que han convertido los beneficios que acompañan sus cargos en la vía para vivir por encima de la media; que han adquirido una conciencia como grupo que se manifiesta en cuestiones de la vida cotidiana como las amistades que construyen y las relaciones de pareja que establecen y heredan sus hijos y nietos. Una burocracia que trata de invisibilizar las propuestas que se desmarcan de este conservadurismo; que no se pronuncia con fuerza ante el crimen de Ayotzinapa; obstaculiza una marcha de los universitarios para denunciar la invasión norteamericana a Iraq; que se “preocupa” por la celebración del 90 aniversario de la Revolución Bolchevique en la Universidad de La Habana y que necesita autorizar cualquier acción pública de reivindicación de la Revolución Socialista cubana que no provenga de los “canales” y esquemas oficiales.

Claro que estas formas de conservadurismo no funcionan igual, ni sus implicaciones son las mismas. La primera es nefasta, apuesta al naufragio de la soberanía y anuncia una política de privilegios y tirantez con los revolucionarios (de cualquier orientación ideológica) que partiría el país. Pero al final, ambas formas se hacen el juego.

DEBO PARTIRME EN DOS
Al final de este viaje (1969)

No se crean que es majadería,
que nadie se levante aunque me ría:
hace tiempo que vengo lidiando con gente
que dice que yo canto cosas indecentes.

«Te quiero, mi amor, no me dejes solo;
no puedo estar sin ti, mira que yo lloro.»

¿No ven?, ya soy decente, me fue fácil.
Que el público se agrupe y que me aclame.
Que se acerquen los niños, los amantes del ritmo.
Que se queden sentados los intelectuales.
Debo partirme en dos, debo partirme en dos.

Unos dicen que aquí, otros dicen que allá,
y sólo quiero decir, sólo quiero cantar
y no importa la suerte que pueda correr una canción.
Unos dicen que aquí, otros dicen que allá,
y sólo quiero decir, sólo quiero cantar
y no importa que luego me suspendan la función.

Yo también canté en tonos menores;
yo también padecí de esos dolores;
yo también parecía cantar como un santo;
yo también repetí en millones de cantos:

«te quiero, mi amor, no me dejes solo;
no puedo estar sin ti, mira que yo lloro.»

Pero me fui enredando en más asuntos
y aparecieron cosas de este mundo:
«Fusil contra Fusil»,« La Canción de la Trova»,
y «La Era» pariendo se pudo de moda.
Debo partirme en dos, debo partirme en dos.

Unos dicen que aquí, otros dicen que allá,
y sólo quiero decir, sólo quiero cantar
y no importa la suerte que pueda correr una canción.
Unos dicen que aquí, otros dicen que allá,
y sólo quiero decir, sólo quiero cantar
y no importa que luego me suspendan la función.

Yo quería cantar encapuchado
y después confundirme a vuestro lado,
aunque así no tuviera amigos y citas
y algún que otro favor de una chica bonita.

Te quiero, mi amor, no me dejes solo;
no puedo estar sin ti, mira que yo lloro.

No voy a repetir ese estribillo:
algunos ojos miran con mal brillo
y estoy temiendo ahora no ser interpretado
―casi siempre sucede que se piensa algo malo.
Debo partirme en dos, debo partirme en dos.

Unos dicen que aquí, otros dicen que allá,
y sólo quiero decir, sólo quiero cantar
y no importa la suerte que pueda correr una canción.
Unos dicen que aquí, otros dicen que allá,
y sólo quiero decir, sólo quiero cantar
y no importa que luego me suspendan la función,
mi función.

https://www.youtube.com/watch?v=YbHJckZdqdw

lunes, 15 de junio de 2015

“El hombre” como esquema


Por JS
Ese hombre que por hechos o por dichos es escuchado tanto
ese hombre que por dichos o por hechos es contemplado tanto
recuerde por qué, por qué es que le quieren
recuerde que ha partido de sí en pos de otros seres
recuerde por qué, por qué es que le quieren
recuerde que dar con una razón alumbra deberes

Silvio Rodríguez

La práctica de ponerle nombre a “ese hombre” es herencia y réplica a un tiempo. Herencia de un esquema verticalista que ha simplificado el lugar del liderazgo y la articulación de este con la acción colectiva. Réplica que encierra a los revolucionarios críticos en un círculo que lleva al inmovilismo. Al final, también se constituye en un facilismo: nos ha permitido quitarnos responsabilidad y erigirnos en un tipo particular de “condenados por las circunstancias”.

Esa adoración y dependencia de “un hombre” no se limita al Estado. Irrumpe en cualquier estructura, organización, negocio privado, ambiente académico y por si fuera poco, en la propia contrarrevolución que se reúne en torno a individuos, alrededor de los cuales se generan pugnas (casi siempre por problemas de pago) a partir de la actuación de este “hombre” o aquella “mujer”.

Quizás Silvio le puso nombre, o no. Quizás era el hombre arquetipo, el esquema que nos golpea y nos entrampa. Incluso a quienes desde la anarquía legitiman una forma “otra” de construir esos hombres, porque entre tanto desaire a lo institucional, cada individuo reproduce el esquema y se hacen millones los seducidos por ese “placer perverso de creer merecerlo todo”.

Solo dos cosas más: una, para mí está claro que el mayor reproductor de hombres como estos es el capitalismo, funciona sobre esta base y la legitima; la otra: si al principio dije que esa adoración y dependencia de “un hombre” no se limita al Estado, es muy corrosiva su presencia en él. Y el Estado no existe solo en el capitalismo.

Ese Hombre


Ese hombre que por hechos o por dichos
es respetado tanto
ese hombre que por dichos o por hechos
es festejado tanto
debiera olvidar que casi iba solo
cuando desnudó aquella emoción
que ahora es de todos
debiera olvidar que casi iba solo
cuando conquistó el cetro que hoy
le ciñen a coro

Ese hombre que por hechos o por dichos
es escuchado tanto
ese hombre que por dichos o por hechos
es contemplado tanto
recuerde por qué, por qué es que le quieren
recuerde que ha partido de sí
en pos de otros seres
recuerde por qué, por qué es que le quieren
recuerde que dar con una razón
alumbra deberes

Ese hombre que por hechos o por dichos
es amado tanto
ese hombre que por dichos o por hechos
es alabado tanto
se cuide de sí, se cuide de él sólo
porque hay un placer perverso en creer
merecerlo todo
se cuide de sí, se cuide de él sólo
porque el mismo don que lo levantó
puede ahogarlo en lodo

https://www.youtube.com/watch?v=7oO9icOc8_E

viernes, 12 de junio de 2015

Convoca el proyecto "Nuestra América" a un acercamiento al zapatismo desde Cuba

El Proyecto “Nuestra América” invita a todos los interesados a participar en el espacio

 

“Aquí manda el pueblo, y el gobierno obedece”

Un acercamiento al movimiento zapatista desde Cuba

 

 

Fecha: jueves 18 de junio de 2015

Hora: 4:30 p.m.

Lugar: sede del ICIC Juan Marinello

 

lunes, 8 de junio de 2015

Resumen de Noticias



Resumen de Noticias

He estado al alcance de todos los bolsillos,
Porque no cuesta nada mirarse para dentro.
He estado al alcance de todas las manos
Que han querido tocar mi mano amigamente.
Pero, pobre de mí, no he estado con los presos
De su propia cabeza acomodada.
No he estado en los que ríen con sólo media risa,
Los delimitadores de las primaveras.
No he estado en los archivos ni en las papelerías
Y se me archiva en copias y no en originales.
No he estado en los mercados grandes de la palabra,
Pero he dicho lo mío, a tiempo y sonriente.
No he estado enumerando las manchas en el sol,
Pues sé que en una sola mancha cabe el mundo.
He procurado ser un gran mortificado,
Para, si mortifico, no vayan a acusarme.
Aunque se dice que me sobran enemigos,
Todo el mundo me escucha bien quedo cuando canto.
Yo he preferido hablar de cosas imposibles,
Porque de lo posible se sabe demasiado.
He preferido el polvo así, sencillamente,
Pues la palabra amor aún me suena a hueco.
He preferido un golpe así, de vez en cuando,
Porque la inmunidad me carcome los huesos.
Agradezco la participación de todos
Los que colaboraron con esta melodía.
Se debe subrayar la importante tarea
De los perseguidores de cualquier nacimiento.
Si alguien que me escucha se viera retratado,
Sépase que se hace con ese destino.
Cualquier reclamación, que sea sin membrete.
Buenas noches, amigos y enemigos.




Noticias

Por JS

Resulta contradictorio: creo a un tiempo en el determinante peso del contexto, de la época y por otro lado, en la capacidad de la música y la poesía para erosionar el tiempo y el espacio. ¡¡¡No hay que exagerar!!! No se trata de parapetarnos en frases hechas, si no de resignificarlas y asumir los riesgos. Son nuestras lecturas.

Cada vez se hace más raro cruzar espadas “con los presos de su propia cabeza acomodada”. O cada vez son menos presos y más acomodados. Se multiplican como moscas: desde el empresariado, desde el “funcionarado”, desde la herencia, y para colmo, se entrecruzan y reproducen como una sociedad de castas.
Contra esta ascendencia medieval solo queda plantar la Revolución. Desde la Historia, y con ella: ¿en qué archivos y papelerías están los originales? Sigamos diciendo lo Nuestro, disculpen el plural y perdonen que no incluya a los mercaderes de la palabra; a esos que critican el poder pero lo hacen desde el empoderamiento del dinero dado por mano ajena. Mortifiquemos y que nos mortifiquen, ¿qué vamos a hacer? De un lado y de otro. 

Hablemos de lo imposible que creemos posible: de una Cuba mejor. Si en medio de este desorden “alguien se viera retratado, se hace con ese destino”.